Realizado por: Benjamín Silva, abogado e historiador
petromacorisano.
San Pedro de Macorís, RD.- En la parte de los informes correspondientes a la Sesión Ordinaria celebrada el 23 de septiembre de 1947 el presidente de la Sala Capitular Don Federico A. Kidd manifestó que “tal como se había previsto y participado al Superior Gobierno, tan pronto llovió en abundancia se han visto cientos de casas inundadas por las aguas que debían salir al mar por la zanja de Playa de muertos.
El remedio a este grave mal sólo la bondad y la buena voluntad de nuestro
Ilustre Presidente Trujillo podrá ofrecérnoslo, ya que las condiciones
económicas de este municipio no permiten emprender por el momento una obra de
ingeniería sanitaria tan vasta y costosa como la que se necesitaría para
desaguar a la ciudad o, mejor dicho, evitar su inundación en los tiempos de
lluvias supratorrenciales.
La Sala, después de discutir ampliamente el asunto, resolvió dirigir un
mensaje telegráfico al Excelentísimo señor presidente de la República
Generalísimo Trujillo, impetrando el favor de su valioso auxilio para conjurar,
hasta donde sea posible por el momento, el oneroso problema de las frecuentes
inundaciones a causa de lluvia de la parte Este de esta ciudad”. (Pág. 152,
libro de actas No. 31, ayuntamiento de San Pedro de Macorís). Eso sucedió hace
casi 74 años.
Mucho antes de eso y desde entonces hasta hoy ese ha sido el drama de la
ciudad de San Pedro de Macorís cada vez que llueve torrencialmente. Creo que,
si alguien se dedicara a escribir un libro sobre las inundaciones, en las actas
del ayuntamiento de este Macorís del este encontrará material suficiente para
dos tomos. Esto es la antesala del tema que voy a tratar mañana sobre el
Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA).
Publicada por Plinio García Phipps.


No hay comentarios:
Publicar un comentario